Seis cosas que no sabías de Gustavo Cerati

La pensión de sus padres, el asado de Pappo y el día después de su ACV son algunos de los episodios contados en 'Cerati: La biografía', del Secretario de Redacción de Rolling Stone, Juan Morris

Durante los cuatro años y medio que Gustavo Cerati estuvo en coma, el Secretario de Redacción de Rolling Stone, Juan Morris, escribió Cerati: La biografía, una inmersión profunda en la vida emocional y creativa de la máxima estrella del rock latino. De su infancia en un colegio parroquial de Villa Ortúzar y los peinados con los que Soda Stereo desató una fiebre en la región, a la evolución artística que lo elevó a la altura de Luis Alberto Spinetta y Charly García. Acá, seis datos que desconocías de esta leyenda.

Sus padres vivían en una pensión. Después de casarse en 1957, Lillian Clarke y Juan José Cerati vivieron un año y medio en una pensión del microcentro. Cuando Lillian quedó embarazada, alquilaron un departamento en Barracas. "Nunca me voy a olvidar. Era una pensioncita de mala muerte", recuerda Lillian. El look del primer Soda fue idea de una chica de 15 años. A los 23 años, Gustavo empezó a salir con Anastasia Chomyszyn, alias Tashi, una chica de 15 años que había crecido en Bélgica y acababa de volver a Buenos Aires. Tashi era fan de The Cure y Gustavo tomó de ella el look que quería para Soda. "Dábamos vuelta mis vestidos vintage para que parezcan camisas y se ajustaran a la estética new-wave europea", dice Tashi. Pappo hizo un asado para Soda Stereo. Tras editar Doble vida, en 1988, Soda Stereo se embarcó en un tour de cuatro meses por Centroamérica y Estados Unidos que terminó con dos funciones agotadas en el Hollywood Palace de Los Angeles. Pappo, que estaba viviendo en Venice Beach, les hizo un asado de bienvenida. Después de conquistar México volvió a vivir con sus padres. En 1989, tras la gira de presentación de Doble vida por Latinoamérica, que significó la apertura definitiva del mercado mexicano para Soda Stereo, Cerati se convirtió en la máxima estrella de rock de la región. Pero estaba en crisis: su matrimonio con Belén Edwards habría fracasado y estaba harto del ritmo de vida de las gira. Su medicina fue volver a vivir a la casa familiar de Villa Ortúzar por una temporada. Temía fracasar como solista. Entre la gira despedida de Soda Stereo, en 1997, y la edición de Bocanada, en 1999, Gustavo pasó más de un año experimentando y confiándole sus inquietudes a su amigo Eduardo Capilla. Alguna vez le contó que le daba miedo que entre el boom de Soda Stereo y su proyecto nuevo hubiera tanta diferencia que pudiera considerarse un fracaso. Tras sufrir el ACV estuvo consciente un día entero. Su último show fue el sábado 15 de mayo de 2010, y ese lunes por la mañana entró en un coma que duraría cuatro años, hasta su muerte. Pero todo el domingo lo pasó consciente en la clínica de Venezuela, aunque sin poder hablar ni mover el costado derecho de su cuerpo. "Se miraba en el espejo del baño, como extrañado", relata el sonidista Adrián Taverna.