Una vez más, la tecnología llega para zanjar una grieta que la misma tecnología abrió; en este caso: teléfonos celulares en conciertos, ¿sí o no? Por un lado, los que opinan que los smartphones democratizan la experiencia de la música en vivo y le permiten a quienes no estén presenciando el show estar al tanto de lo que sucede en él. Por otro, los que creen que vivir un recital a través de una pantallita malogra cualquier posibilidad de disfrute real (porque, además, las imágenes y los audios que surgen de ello generalmente son de pésima calidad). Y en el medio: los músicos, que desde el escenario ya no ven caras sino un mar de lucecitas, y Apple, que hace poco patentó un sistema por el cual -a través de una radiación infrarroja- todos los iPhones del lugar en el que se ponga a funcionar esta tecnología quedarán inhabilitados para registrar videos y fotos.
Más de una vez los músicos se expresaron en contra del uso de celulares en sus recitales; de hecho la opinión en el gremio es casi unánime, así que de entrar en vigencia este sistema de Apple, muy probablemente se volvería norma en los conciertos (en muchos de los cuales ya se toman medidas al respecto, como la de apuntar con lásers a quienes estén grabando). Aquí, unos pocos ejemplos de fervientes detractores de vivir la música a través de una pantalla.
En el programa de Conan O’Brien, Jack White contó cómo en la gira de presentación de su disco Lazaretto (2014) le pedía a la gente que trate de no usar sus teléfonos, primero porque prefería que aplaudieran, y segundo porque molestaba a los espectadores que estaban más atrás, que sólo podían ver «un mar de pantallas azules».
She and Him (es decir, el dúo de M Ward y la actriz Zooey Deschanel) ha llegado aún más lejos, poniendo carteles en sus shows que decían «por requerimiento de Matt y Zooey, le pedimos a la gente que no use sus celulares, sino que en vez de eso disfrute del show que ellos dan en 3D».
El que subió fuerte la apuesta fue -cuándo no- Prince, que en 2013 dio un show sorpresa en Nueva York en el cual estableció por escriro «Purple rules» que implicaban la absoluta prohibición de sacar fotos o grabar videos. ¿Cuán estricto era esto? Si te pescaban con el teléfono en la mano te lo arrancaban o te acompañaban «gentilmente» fuera del lugar.
Peter Frampton es otro músico de armas tomar, o al menos eso demostró cuando en un concierto en Indiana en 2014 se hartó de que un miembro del público sentado en primera fila le sacara fotos con flash, y después de rogarle inútilmente que deje de hacerlo, le pidió ver las imágenes y procedió a revolear el celular sin miramientos.
Sin tanta violencia pero con un punto sólido, Bruno Mars dijo durante un show en Newark, EE.UU.: «Es nuestro trabajo hacerlos bailar. Y no pueden hacer eso cuando están filmando el show, ¿o no?». Acto seguido procedió a gritar «¡bajen esos celulares ya!».