Chano ante la Justicia

Mientras él intenta recuperar sus pertenencias, los fiscales investigan el choque y la agresión

En busca de un iPhone, tres pares de lentes ahumados, 20 pares de zapatillas Adidas (de la línea Jeremy Scott, que no se consigue en los locales de venta al público), unos 2 mil pesos, algunas camperas y varios documentos personales, la Fiscalía de Núñez y Saavedra, a cargo de José María Campagnoli, allanó una casa a pocos pasos de la esquina de Mendoza y Artilleros, donde en la medianoche del 6 de agosto Chano Moreno Charpentier chocó, con una camioneta RAM 2500, ocho autos y un portón, y terminó siendo víctima de una golpiza que se vio en los noticieros con imágenes tomadas de los domos de seguridad. De esa casa, que contrasta por su precariedad con las del resto de la cuadra, habrían salido algunos de los agresores y presuntos ladrones. Chano explicó que ellos le echaron un petardo de tres tiros debajo de la camioneta, para frenarlo y robarle. "El allanamiento no dio resultado, pero ya pedimos otros", dice Gabriel Iezzi, abogado del cantante de Tan Biónica desde el 6 de agosto a las 2:30 de la madrugada, cuando recibió un llamado del mánager Guido Iannaccio.

Mientras preparaba los shows del Luna Park (la seguidilla de presentación de Hola Mundo que comienza este lunes 28 de septiembre y finaliza el 1 de octubre), Chano dividió su vida entre los ensayos, el estreno del video de "Un poco perdido" (con Juanes), una estadía detox en el Centro Vida Sana de la Universidad Adventista del Plata (en Entre Ríos), la compra de una Ford Kuga modelo 2013 y una maraña judicial que por momentos lo tiene como víctima y, por momentos, como sospechoso. A Chano lo investiga la Fiscalía Contravencional y de Faltas Número 8, acerca de su estado al volante esa noche. Del Sanatorio de la Trinidad, donde estuvo internado, el 7 de agosto se filtró a los medios un test de alcohol y drogas. Aunque el estudio lo excusa (tenía 0,24 gramos de alcohol en sangre, menos de la mitad del tope legal; y había restos de marihuana y cocaína, pero podían ser de días anteriores), su estado de sobriedad no está del todo claro porque esa muestra se obtuvo siete horas después del choque y no en ese momento preciso. "Pedimos una excusación de la fiscal contravencional Cecilia Amil Martín y del fiscal general adjunto Luis Cevasco por ventilar en los medios cuestiones privadas de Chano", dice Iezzi. "Y estamos iniciando una demanda civil al Sanatorio de la Trinidad por filtrar el test de alcoholemia." Al mismo tiempo, la Fiscalía de Núñez y Saavedra averigua sobre la golpiza que recibió, y ya identificó a cuatro personas, que declararán este mes. En cuanto a los daños del choque, Tan Biónica se hace cargo, según su abogado, de pagar unos 300 mil pesos. "La aseguradora SanCor rechazó inicialmente el siniestro", dice Iezzi. La Fiscalía de Núñez y Saavedra quiere tomar el control de una investigación que al cierre de esta edición estaba partida en dos expedientes, pero espera que el Juzgado Contravencional Número 28 acepte la petición. Una fuente de esa fiscalía que pide permanecer anónima explica que el relato de Chano todavía está en duda. "Nosotros tenemos que averiguar todo lo que pasó: cómo estaba él cuando manejaba, por qué se rehusó al test de alcoholemia durante siete horas, cuánto alcohol podría haber tenido antes y si realmente le fue arrojado un petardo", dice la fuente. "Queremos llegar a la verdad."