Tres horas antes de que Pearl Jam se subiera al escenario del Bon Secours Wellness Arena en Greenville, Carolina del Sur, el 16 de abril, Eddie Vedder le dio una gran sorpresa a sus compañeros de banda: quería tocar su disco de 1993, Vs., entero. «Dijo: ‘Es el Record Store Day, así que hagamos un disco'», recuerda el guitarrista Mike McCready. «Estuvo bueno ver cómo se les encendieron los ojos a los fans cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando.»
La gira coincide con el aniversario número 25 de Pearl Jam, pero dado que la banda festejó el número 20 en 2011 con un documental, una banda de sonido y su propio festival, no está haciendo mucho con este. «A Eddie le importa el legado», dice McCready. «Pero yo creo que ya lo cubrimos con los festejos del vigésimo aniversario.» En su lugar, los Pearl Jam están llevando sus recitales usualmente maratónicos a lugares menos visitados, en especial por el sur estadounidense, antes de que la gira culmine este verano boreal, con dos noches en el Wrigley Field de Chicago y dos en el Fenway Park de Boston.
Vedder escribe la lista de temas cada noche, pero la banda toma todas las otras decisiones importantes -como mantener las entradas por debajo de los 90 dólares- democráticamente. Días después del show de Carolina del Sur, el grupo tomó la angustiante decisión de cancelar un recital en Raleigh, Carolina del Norte, para protestar por una ley de ese estado que discrimina a los ciudadanos transgénero. «Tuvimos reuniones eternas durante un par de días seguidos», recuerda McCready. «Queríamos tocar, pero sentimos la necesidad de apoyar a la gente que no tiene voz. Sentimos que era moralmente correcto boicotear al estado.»
Los planes para el primer disco de Pearl Jam desde Lightning Bolt, de 2013, están empezando a tomar forma lentamente. «Estamos todos trabajando en canciones», dice McCready, «pero no estoy seguro de cuándo vamos a grabarlo». No hay planes inmediatos para girar después de este verano, aunque McCready tiene una fantasía en mente: «Me encantaría hacer una gira en la que toquemos todos los discos enteros», dice. «O sea, también los lados B, un disco por noche. ¡Estaría buenísimo!»