En su película, Nicolás Avruj rescata 60 horas de filmación de su viaje de veinteañero por Israel y Palestina
«Mi viaje a Israel y Palestina, en el año 2000, fue una aventura y una patada en el estómago, vivido con mucha intensidad», dice el documentalista Nicolás Avruj (y director de los clips de «Divorcio», de Massacre; y «La vaca atada» y «Qué me vas a decir», de La Portuaria). Avruj visitó esas tierras cuando tenía 24 años: quiso darle una sorpresa a su primo, que estudiaba en Tel Aviv, pero cuando llegó, aquel ya se había ido. «Me quedé paseando y filmando, y el viaje se volvió muy diferente», dice Avruj, que iba armado apenas con una Sony PD 150 (una de esas DV cams noventosas, con casete). Con las 60 horas de filmación que trajo, y luego de quince años de experimentos y de dudas, por fin ahora presenta la película NEY: Nosotros, ellos y yo, una indagación argentina y juvenil en los protagonistas anónimos del conflicto más caliente del mundo.
Aquel Avruj, que acababa de terminar sus estudios en la FUC y pasaba música en fiestas, «era un chico un poco inconsciente». «En ese momento no sabía demasiado sobre el conflicto y no tomé demasiadas precauciones», dice. En NEY Avruj entrevista a muchísima gente, con cámara en mano y de un modo amateur y sincero, y recoge opiniones muy dispares sobre una guerra ancestral. «En la juventud no querés conocer el cinismo de la falta de una solución», dice. «Una de las preguntas que yo me hacía era: ¿Qué derecho tengo yo para hablar de algo que pasa tan lejos? Pero entonces, ¿no podemos hablar de nada?»