Axl Rose, Slash y Duff McKagan vuelven en Coachella… y quizás sigan
Antes de unas proyecciones de Star Wars: El despertar de la Fuerza en diciembre, apareció en la pantalla un teaser misterioso con un fragmento de «Welcome to the Jungle» sobre unas imágenes de archivo de gente en recitales de rock. Era la primera sugerencia importante de que meses de rumores improbables eran verdad: Axl Rose, Slash y Duff McKagan estaban por reunirse en un escenario como Guns N’ Roses por primera vez en 23 años.
La confirmación llegó en enero, cuando se anunció que GN’R -con Slash y McKagan en la formación- encabezaría la lista de Coachella 2016 en Indio, California, en el próximo mes de abril. La banda lo llamó «el acontecimiento musical más significativo y ansiosamente esperado del siglo». Un informe de Billboard sugiere que luego vendrá una gira de 25 fechas en estadios, pero los representantes de los Guns no han confirmado esta información.
Con el resto del line-up todavía sin anunciar, la pregunta es si otros miembros de los Guns -el baterista de la época de Appetite for Destruction, Steven Adler, o el de Use Your Illusion, Matt Sorum, y el guitarrista Izzy Stradlin- estarán involucrados («Nunca se sabe», le dice Sorum a Rolling Stone). Hasta ahora, el tecladista de las últimas giras, Chris Pitman, era el único músico confirmado, aunque algunos posts también sugirieron al tecladista Dizzy Reed y al baterista Frank Ferrer.
Desde 2006, Rose dio casi 300 recitales con su nueva versión de Guns N’ Roses, con la que también grabó Chinese Democracy en 2008. Mientras tanto, McKagan, Slash y Sorum formaron Velvet Revolver con Scott Weiland.
Stradlin y McKagan tocaron con los Guns de Axl, pero Axl y Slash parecían tener diferencias irreconciliables: «Antes de reunirnos, se va a morir alguno de los dos», dijo Axl en 2009. La primera señal de un ablandamiento llegó el año pasado, cuando Slash confirmó que se habían vuelto a hablar: «Es muy cool disipar toda esa onda negativa», dijo.
Pero las décadas de enemistad -y de giras de los Guns sin Slash- no parecen disminuir las demandas de una de las reuniones más esperadas del rock. «Son una de las bandas más grandes de la historia del rock», dice el promotor de recitales neoyorquino John Scher. «No creo que Axl haya manchado el nombre tanto como para que los fans originales no quieran regresar.»