Luego del ascenso de Donald Trump, la banda decidió revivir su obra maestra a 30 años de su lanzamiento con una gira enorme
El año pasado, U2 se encontraba frente a un futuro incierto. Habían reducido su exitosísima gira Innocence + Experience para poder trabajar en su siguiente disco, Songs of Experience, que estaba casi terminado. Pero eventualmente decidieron que el material que habían grabado no se refería de manera apropiada al caos de los acontecimientos, desde el ascenso de Donald Trump hasta la separación de Inglaterra de la Unión Europea. «Nos dimos cuenta de que teníamos que congelar el disco por un minuto para pensarlo mejor», dice The Edge, el guitarrista. «El mundo es un lugar distinto ahora, y necesitábamos la oportunidad para reconsiderarlo todo.» En su lugar, U2 decidió marcar el trigésimo aniversario de The Joshua Tree, de 1987 -el disco que los propulsó a ser el grupo más grande del mundo, con hits como «Where the Streets Have No Name» y «With or Without You»- con una enorme gira por estadios. The Joshua Tree fue el primer disco de U2 directamente influenciado por la música y la política de Estados Unidos, criticando el apoyo de la presidencia de Reagan a los bombardeos de países de Centroamérica («Bullet the Blue Sky») y el silencio acerca de las matanzas masivas por parte de las dictaduras en Argentina y Chile («Mothers of the Disappeared»). «Esa época era difícil y oscura, y ahora parece como si estuviéramos de nuevo ahí, de alguna manera», dice The Edge. «Nunca nos dimos la oportunidad de celebrar nuestro pasado porque siempre miramos hacia adelante. Pero sentíamos que éste era un momento especial, y éste es un disco especial.» En una entrevista posteada en la página de U2, Bono agregó: «Es, en gran medida, una ópera… Canté muchas veces algunas de estas canciones, pero nunca todas… Va a ser una gran noche».
La gira Joshua Tree de 2017 empezará en Vancouver en mayo, antes de pasar por Estados Unidos y Europa. Se vendieron más de un millón de entradas en un día, y se agregaron shows extra inmediatamente en Los Angeles, Chicago y East Rutherford, Nueva Jersey. El recorrido también incluirá la primera aparición de U2 en un festival americano grande, en Bonnaroo en Manchester, Tennessee, donde encabezan la nómina con creadores de hits actuales como The Weeknd y Chance the Rapper. «Al principio hacíamos muchos festivales», dice The Edge. «Siempre los recuerdo con cariño. Los festivales tienen un aspecto gladiatorio, que siempre te mantiene alerta, en la mejor forma.»
Para los fans más duros, el show será una oportunidad para escuchar canciones menos conocidas como «Exit» y «Trip Through Your Wires», que la banda no toca desde los 80. «Red Hill Mining Town» -una balada conmovedora sobre la huelga del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros en Inglaterra en 1984, que originalmente iba a ser el primer single del disco- nunca fue tocada en vivo. «Quedó presa del problema del tiempo medio», dice Clayton. «Ahora, creo que podemos buscar formas de resolverlo.»
Willie Williams, director de conciertos de la banda desde hace muchos años, quien ha diseñado sus escenarios desde 1982, dice que la producción de la gira será mucho más reducida que la de la última gira por estadios, la U2 360 Tour, que tenía un escenario con forma de nave espacial, uno de los más grandes en la historia de los recitales. «Esta gira fue una forma de evitar los problemas de qué hacer después de U2 360», dice Williams. «Esa gira era el non plus ultra de las giras de estadios.» Williams se está inspirando en la producción primitiva de la gira de 1987, pero incorpora nuevas ideas, incluyendo un estadio B con forma de árbol. «Las expectativas son estratosféricamente más altas que hace 30 años», dice. «Pero va a haber guiños a cómo eran las cosas antes.»
La gira inevitablemente despertará la crítica de que los U2 están cayendo en la nostalgia. La mismísima palabra hace que Clayton lance un quejido agónico. «No es algo que nos interese», dice, y agrega que la gira es «un punto de partida [acerca de] lo que nos han hecho los últimos 30 años». Añade que los shows son una oportunidad para recrear un momento difícil en la historia de U2. «La gira Joshua Tree original tendría que haber sido una oportunidad extraordinariamente feliz. Pero fue de hecho un momento bastante difícil, tratar de interpretar esas canciones bajo la presión de estar pasando de lugares techados a estadios grandes. Por mi parte, no recuerdo haberla disfrutado demasiado.»
U2 sigue tratando de entender cómo encontrar su lugar en la cultura popular después del lanzamiento frustrante de Songs of Innocence, de 2014, que fue muy criticado cuando apareció en iPhones por todas partes, fuera que sus usuarios quisieran escucharlo o no. «De algún modo estamos nadando contra la corriente», admite Clayton, y agrega que está seguro de que U2 puede estar a la altura de las tendencias musicales actuales. La banda subraya que su interés por el pasado es temporal, y que tienen ganas de volver a hacer música nueva. «Todos sentimos que [Songs of Experience] tiene que salir a fin de año», dice Clayton. «De alguna manera, la experiencia de tocar esos shows de The Joshua Tree inevitablemente va a tener un impacto en lo que acabe siendo ese disco cuando lo terminemos.»
Un desafío mayor será encontrar la mejor forma de distribuirlo. «Mi plan ahora es que Bono y yo nos metamos en la casa de todo el mundo y les dejemos un CD bajo la almohada», dice The Edge riéndose. «Pero desafortunadamente, esa idea no tiene mucho apoyo del resto de la banda.»