Algunas producciones impactantes y desempeños inesperados que definieron el año
Por los rumores previos, las idas y vueltas de la producción, lo aparentemente imposible del superhéroe, el director que no tenía experiencia en ese tipo de cine, pocos confiábamos en Ant-Man, pero la película superó el desafío. Película de superhéroes + comedia, con enorme cantidad de diálogos brillantes (guión de cuatro especialistas como Edgar Wright, Joe Cornish, Adam McKay y Paul Rudd ). Rudd está absolutamente genial, en la senda de Robert Downey Jr . en Iron Man y de Chris Pratt en Guardianes de la Galaxia. Michael Douglas, Evangeline Lilly y Michael Peña se lucen. Y ocurre el milagro de usar con creatividad a hormigas para la aventura.
El debut como director del actor australiano Joel Edgerton (El gran Gatsby, Dioses y reyes, Pacto criminal) fue un thriller tenso, incómodo, sobre pareja, amistad, sobre la confianza, de clima enrarecido y envenenado. El regalo -también con guión de Edgerton- es una película construida mediante capas de desconfianza, y que llega a las sorpresas sin necesidad de forzarse. Una ópera prima riesgosa y que nos trajo un nuevo director.
Venía con mucha crítica en contra, con el peso del fracaso en la taquilla, con rodaje y pos producción complicados, con atrasos, pero la nueva película de Cameron Crowe (Jerry Maguire, Casi famosos, Todo sucede en Elizabethtown) fue una comedia romántica clásica (claro, el clasicismo en Hollywood no está de moda). Con diálogos con el ritmo y el filo de la screwball comedy de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, y un elenco esplendoroso: Bradley Cooper , Rachel McAdams, Bill Murray, Alec Baldwin y Emma Stone quizás en su mejor papel. Y una utilización inolvidable de «I Know I’m Not Wrong» de Fleetwood Mac.
Otra fracaso global -y más ruidoso- fue Tomorrowland, la película de ciencia ficción del genio Brad Bird (El gigante de hierro, Ratatouille, Los increíbles, Misión imposible protocolo fantasma) que está lejos de ser perfecta pero tiene algunas de las mejores secuencias del año. Y, digamos, un corazón gigante, ese placer de la aventura no tan fácil de encontrar. El principio, desde la Feria Mundial de Nueva York de 1964, en la que Walt Disney presentó su atracción «It’s a Small World», actualmente en Magic Kingdom de Orlando, es inolvidable.
Y por último, otra de las grandes sorpresas del año vino en forma de actuación, de debut consagratorio. Eugenia «China» Suárez en Abzurdah. Un personaje distante, poco afectivo, fastidioso y fastidiado, sobrador inclusive, que Suárez construyó de forma sutil, sin enfatizar, con una lejanía que jamás es desdén. Una actuación de equilibrista para un personaje en el abismo.