¿Por qué nos tapó el agua?

En plena campaña electoral, los candidatos Mauricio Macri y Sergio Massa no tardaron en criticar a su contendiente Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires. "El adversario es el cambio climático: yo no tomo esto en términos políticos y lamento a los que quieren llevarlo a esos términos", respondió el gobernador bonaerense. Pero el combo conjuga factores complejos de cambio climático y de negligencia política. "La cantidad de agua caída durante varios días seguidos hace que estas inundaciones se deban más a la crecida de los ríos que al agua de la lluvia", explica el ingeniero Rodolfo Dalmati, director del Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. "Venimos de un año muy lluvioso: en 2014 llovió el doble que en otros años y eso dejó los suelos saturados. Además estamos en invierno y los suelos no tienen evaporación, o sea que no absorben. Por otro lado, esta situación ha empeorado a lo largo de los años por la urbanización: no son lo mismo ahora Pilar y Tigre que hace 20 años." Para Antonio Elio Brailovsky, economista y ambientalista, autor de varios libros sobre el tema, el cambio climático (que se da por la contaminación de la estratósfera y la acumulación de gases de efecto invernadero) potencia los errores urbanísticos. "En Argentina el cambio climático trae por consecuencia mayores precipitaciones, más intensas y más frecuentes, en las zonas húmedas; y en menores precipitaciones en las zonas áridas y semiáridas", dice. "Por eso crece el riesgo de inundaciones en el Litoral y en la provincia de Buenos Aires." Un informe especial del Servicio Meteorológico Nacional señaló que las lluvias de los primeros días de agosto superaron las marcas promedio del mes. En la provincia de Santa Fe, la media de la última década fue de 23,1 milímetros, pero en este mes llovió 60 milímetros en un solo día. En el norte y centro bonaerense se midieron 230 milímetros luego de varios días de tormentas. Algunas localidades, como Salto, han recibido entre cinco y siete veces más cantidad de agua que en sus valores normales. "Cuando llueve mucho los ríos se expanden y hemos ocupado esos sitios de expansión", dice el ingeniero Dalmati. "Cuando el río baja, vuelve a recuperar su lugar. En el caso del río Luján, nace en los alrededores de la ciudad de Suipacha y pasa por Mercedes (una zona rural, con pendiente), después pasa por Luján, Pilar, Escobar y Tigre. Estas son zonas urbanizadas que crecieron con countries o con viviendas sociales, y que no tienen pendiente, y se inundan. Pero ya no podemos demoler media ciudad de Luján para dejarle cuenca al río." La solución está en las medidas de estructura, como la construcción de diques, embalses y canales; y en las de prevención y concientización. La única ciudad con un plan de contingencia en Argentina es la de Santa Fe, donde se lanzó un sistema de capacitación y evacuación después de la inundación del río Salado de 2003 (que dejó 23 muertos según cifras oficiales y 67, según otros cálculos). "Hay que hacer obra", dice el ingeniero Dalmati. "La obra es costosa, y hay que encararla con criterio técnico y no con amiguismo político."